Probablemente ya he escrito al respecto y algo bastante parecido.
Creo que en algún momento hablé sobre coincidir, y lo difícil que me parece hacerlo en 2023. A esto se le suma lo difícil que es tener interés.
Cuando el interés existe, se nota, se desborda, es evidente, sale por los poros y está en el aire. Cuando ese interés ya no existe se nota aún más.
A mi me cuesta mostrar interés, pero cuando lo demuestro no me avergüenzo. No soy de la que piensa mucho para tomar iniciativas, proponer planes, o invitar a hacer algo. Porque tengo ganas, porque quiero, porque me gusta esa compañía. Todo esto cambia cuando ya no es recíproco.
Voy leyendo entre líneas no escritas, voy leyendo entre mensajes cada vez más cortos. Soy bastante perceptiva cuando algo ya no va más. Y cuesta, aunque cada vez estoy asimilando mejor los rechazos, los “no” me costaban muchísimo hace un par de años. Lloraba, no entendía, ahora es un poco más normal.
Yo busco ser y encontrar esa persona con la que pasar tiempo sea aún más divertido que pasar tiempo sola.
Busco ser y encontrar a esa persona a la que prefiera ver para encontrar paz entre todo nuestro caos. (Todos estamos teniendo vidas difíciles, cargas pesadas que llevar, traumas, tristezas).
Busco ser y encontrar esa persona que no tenga prueba de 1 o 3 mes gratis y luego caduque.
Busco ser y encontrar esa persona que muera de ganas de estar después de un día largo y difícil.
Busco ser y encontrar esa persona con la que pueda cantar a los gritos de felicidad.
Busco ser y encontrar esa persona que cualquier plan nuevo que exista, escapada, restaurante, película, parque, me lo envíe con ganas de que lo hagamos juntos.
Busco ser y encontrar esa persona que en los problemas del otro, solo quiera acompañar, apoyar, encontrar soluciones juntos e ir para adelante.
Y la verdad busco ser y encontrar esa persona para amar…
Nada más que decir.